JORGE REYNOLDS POMBO

 

 

 

Un hombre de corazón

El doctor Jorge Reynolds impulsa la evolución de sus ideas al ritmo de la tecnología y se preocupa por potenciar la educación del país. A sus 78 años continúa mejorando el marcapasos, invento que ha salvado la vida de cerca de 78 millones de personas alrededor del mundo.

 

Si sus cálculos no le fallan, en dos años existirá un marcapaso del tamaño de un cuarto de un grano de arroz. Se implantará, además, directamente al corazón en una cirugía ambulatoria a través de un catéter. Y como si fuera poco, este innovador dispositivo, no necesitará baterías y podrá ser monitoreado por el médico desde su celular. Todo un desarrollo con el sello Reynolds.

 

Un sinfín de cualidades puede describir la vida profesional de Jorge Reynolds Pombo, bogotano hijo de padre inglés y madre colombiana. Sin embargo, una lo define completamente: interdisciplinariedad. Desde ese plano se entiende por qué un ingeniero de la Universidad de Trinity College terminó estudiando el corazón de las ballenas jorobadas para entender el del ser humano. “Nunca pensé que llegaría a trabajar en algo sobre lo que no tenía ni idea, o que la electrónica tuviera que ver con la medicina”, confiesa este ingeniero galardonado con ocho Honoris Causa en medicina. Sus inicios en este campo, se deben a su trabajo con máquinas médicas en la Universidad Nacional. Allí comprendió que el corazón es un sistema eléctrico y que un ingeniero podría aliviar sus enfermedades.

 

Tres meses después de fascinarse con el corazón, empezó a trabajar simultáneamente en la Clínica Shaio. Allí desarrolló un marcapasos externo que pesó aproximadamente 50 kilos y que se conectaba al órgano del paciente por medio de electrodos implantables. Una solución para personas que padecían bloqueo auriculoventricular, enfermedad cardíaca para la cual no existían tratamientos eficaces.

 

Después de que el primer marcapasos fue implantado con éxito un ser humano, el doctor Reynolds produjo cerca de 2.800 aparatos que, en su mayoría, se usaron por primera vez en varios países.

 

Sin dejarse seducir por este logro y concentrado en mejorar su invento, Jorge Reynolds vio en las ballenas jorobadas, la posibilidad de entender el corazón de los seres humanos. Con dos aurículas y dos ventrículos, el órgano vital de la ballena, es similar al de los seres humanos pero 4.500 veces más grande. Por eso organizó varias expediciones científicas, para estudiar in situ, cómo funciona ese órgano en los enormes cetáceos.

 

“No me pienso retirar –asegura este inventor– aún tengo muchas cosas por hacer, pues para mí el trabajo es descanso y parte de mi vida”. Como hombre de conocimiento inagotable, reconoce que el estudio del corazón, más que el motor de sus investigaciones, es su legado al mundo del futuro. Por esto, es uno de los nominados al Tributo Semana Royal Salute 2014.

PROHIBASE EL EXPENDIO DE BEBIDAS EMBRIAGANTES A MENORES DE EDAD. EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD. SI TOMAS NO MANEJES.