Quienes la conocen saben que es una gran fotógrafa pues no sólo tiene talento sino que es dedicada. Por eso, no resulta extraño verla moviendo cosas hasta encontrar la toma más pulcra.
Ser fotógrafa la ha llevado a viajar por distintas partes del mundo, incluso trabajando como coordinadora fotográfica de la película “La Chica del Dragón Tatuado” en su versión norteamericana. Hoy, entre muchas cosas, se dedica a la academia. Es una mentora consagrada y pretende explotar al máximo el potencial de sus estudiantes, llevándolos a trasgredir los límites, trabajar con dedicación y soñar en grande.
Gracias a su trabajo como fotógrafa de la Revista Fucsia ha tenido la posibilidad de estudiar el progreso de Francris Arata y Rubén Antorveza, lo que le permitirá no sólo ser meticulosa en los detalles, sino dar otro tipo de apreciaciones.